Elon Musk: el aleteo de una mariposa | Dolarhoy.com
Empresas|13 de mayo de 2021

Elon Musk: el aleteo de una mariposa

¿Genio brillante o loco charlatán? ¿Filántropo visionario o lobo con piel de cordero? DólarHoy te cuenta la historia del millonario que busca conquistar el espacio y acelerar la transición al transporte eléctrico.

Por Leandro Rampoldi

 

«El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo», enuncia un viejo y conocido proverbio de origen chino. El axioma, junto a las investigaciones del matemático Edward Lorenz, creador de la teoría del efecto mariposa, explica que el aleteo de un insecto en Hong Kong podría desatar una tempestad en Nueva York.

 

Si bien muchos detractores de la teoría la consideran insuficiente y sin sustento, en pleno siglo 21 existe un hombre que parece funcionar, cual método científico, como la prueba viviente de que el proverbio chino puede ser aplicable a la realidad.

 

Elon Musk, el excéntrico multimillonario y Ceo de Tesla, parece ser la persona que mueve con una sola palabra, o con un solo tweet, el mundo y los mercados financieros. Desde hace algunos años, el hombre más rico del mundo, quien nació en Pretoria, Sudáfrica, en 1971, tiene en la red social del pajarito azul un arma con la que juega al misterio.

 

No por nada, provocador y rebelde como todo genio, la mente detrás de Tesla modificó hace algún tiempo su perfil de Twitter agregando una sola palabra: #bitcoin. Con esa simple maniobra, Musk generó un impacto inmediato y alucinante, y en una sola hora el valor de la criptomoneda se había incrementado en 5 mil dólares.

 

"¡¡¡Gamestonk!!!", escribió en otra oportunidad en la misma red social el magnate creador de la exitosa PayPal en relación a GameStop, compañía que en los primeros días de 2021 estuvo en el ojo de la tormenta de los mercados financieros por la suba descomunal en el precio sus acciones.

 

Con ese simple tuit, Musk, quien además adjuntó en el mensaje un enlace que dirigía al grupo de discusión de comercio de acciones Reddit Wallstreetbets, estalló el valor de la acción de la compañía y la hizo subir más de 50 por ciento en unas pocas horas.

 

“Estoy considerando hacer que Tesla sea privada a USD 420. Financiamiento asegurado”, tuiteó Musk en la misma red social hace algún tiempo en una movida que no fue bien recibida por algunos sectores de los mercados financieros que lo miran, tal vez por sus “improvisadas” salidas, con recelo.

 

El multimillonario, quien confirmó que planea sacar a la compañía de la Bolsa para que vuelva a ser privada, se mueve como un “Robin Hood” virtual que mira con desconfianza al mundo bursátil y a los grandes grupos que manejan Wall Street.

 

En esa polémica maniobra, con ese simple aleteo, el CEO de Tesla ganó 900 millones de dólares en un día. “Como la acción más shorteada de la historia del mercado de valores, ser pública significa que hay un gran número de personas que tiene un incentivo para atacar a la compañía", argumentó Musk.

 

 

 

El primer trabajador

“Estoy disponible 24/7 para resolver problemas. Llámenme un domingo a las tres de la madrugada y no tendré ningún inconveniente”, confesó Musk sobre su personalidad resolutiva y proactiva, la cual no deja de descolocar a los desprevenidos que creen que el empresario pasa sus días malgastando su fortuna en alguna playa del mundo.

 

Si bien es cierto que el sudafricano es en la actualidad el hombre más rico del mundo -en enero de 2021 Musk destronó a Jeff Bezos, fundador de Amazon, y se quedó con el primer lugar del podio con una fortuna valuada en más de 150 mil millones de dólares-, también es verdad que la riqueza que acumuló es una consecuencia, además de su mente brillante, de su fuerte y constante ética laboral.

 

Durante la década de los noventa, graduado -becado- en Administración de Empresas y Física en la prestigiosa Universidad de Pensilvania, el por entonces inmigrante rentó una oficina junto a su hermano para comenzar a trabajar en su propio proyecto. Allí, en esos pocos metros cuadrados sin ducha ni baño, el joven emprendedor vivía, dormía y trabaja sin parar.

 

“Tienes que trabajar como nunca. Tienes que hacerlo, aunque sean 80 o 100 horas. Algunos trabajan 40 horas a la semana, pero si tú lo haces 100 horas, en 4 meses vas a lograr lo que a ellos les toma 1 año”, contó el empresario sobre su visión del tiempo que deberían emplear aquellos que quieren triunfar en sus emprendimientos.

 

Tal vez haya sido por haber sufrido acoso durante todos sus años de escolaridad -fue un niño menudo e introvertido, condenado al olvido por sus compañeros de escuela y golpeado por los más grandes de la clase- pero Musk no es hoy en día un ferviente defensor de la educación tradicional.

 

"Quería estar involucrado en ideas que cambiaran el mundo", recordó el magnate, quien creció con una personalidad curiosa y existencialista, sobre su época de estudiante. Sin embargo, si bien logró obtener su título universitario, Musk no posee una buena visión sobre las instituciones de educación superior y sus métodos de enseñanza.

 

Es más, el actual CEO de Tesla, quien se mudó a Silicon Valley en el verano de 1995 para inscribirse en un programa de doctorado en Física Aplicada en la Universidad de Stanford, decidió terminar con el mandato social y se retiró después de solo dos días.

 

“No necesitas aprender cosas de la universidad, todo está disponible de forma gratuita. Pero creo que no se trata de aprender”, aconsejó Musk sobre su pensamiento en relación a las instituciones de educación superior. Y agregó: “Creo que las universidades son para divertirse y para demostrar que puedes hacer tareas, pero no para aprender”.

 

Y las palabras de Musk no sólo son de la boca para afuera. Al innovador y autodidacta empresario no le importan los laureles universitarios o los trabajos pasados a la hora de entrevistar a los nuevos postulantes que desean ingresar a Tesla, compañía que maneja exitosamente desde hace años.

 

"Cuando entrevisto a alguien, realmente sólo les pido que me cuenten la historia de su carrera y cuáles son algunos de los problemas más difíciles que trataron, cómo se ocuparon de ellos, y cómo tomaron decisiones. Son puntos clave de transición", explicó el sudafricano sobre las cuestiones que tiene en cuenta a la hora de contratar a un nuevo empleado.

 

Sin embargo, el proceso de selección, que no es tan simple para los postulantes, tiene recompensa. Es que todos los candidatos que llegan a las etapas finales del proceso de entrevista deben escribir un ensayo para Musk sobre por qué desean trabajar en una de sus compañías. ¿El premio? tener un mano a mano con el excéntrico multimillonario y resolver en su cara un enigmático y curioso acertijo.

 

"Estás en la superficie de la Tierra. Caminas 1.600 metros hacia el sur, 1.600 metros hacia el oeste y 1.600 metros hacia el norte. Terminas exactamente donde comenzaste. ¿Dónde estás?", es la usual y misteriosa adivinanzas que Musk pregunta a todos los candidatos que llegan a la etapa final del proceso de selección.

 

"Por lo general, eso es suficiente para que yo tenga una muy buena sensación acerca de alguien y lo que realmente estoy buscando"; explicó Musk sobre el curioso acertijo que pone a prueba la inteligencia y las emociones de los postulantes.

 

El hombre del millón de futuros

El doctor Stephen Strange, más conocido como Dr. Strange, es un personaje de ficción del universo cinematográfico de superhéroes de Marvel. En Infinity War, la anteúltima película de Los Vengadores, Strange le confiesa a Tony Stark, otro de los paladines de la saga, que tuvo la posibilidad de ver más de 14 millones de futuros alternativos.

 

Quizás no en esa extrema y ridícula cantidad, y pensando que siempre la realidad supera a la ficción, pero la inquieta y poderosa mente de Musk, adelantada, visionaria y sin límites, podría ubicarlo como el Dr.Strange del del mundo real. Un superhéroe que también visualiza, antes que muchos otros mortales, un sinfín de futuros posibles.

 

Desde sus primeros años vida y adolescencia, inmerso en el mundo de la lectura, los cómics y los libros de ciencia ficción, Musk mostró una personalidad curiosa y preocupada por los tiempos venideros. "¿Cuáles son las tres cosas que tendrán mayor impacto en el futuro de la humanidad?”, solía interrogar a sus padres, profesores y compañeros de universidad.

 

Musk recibió su primera computara a los 10 años. Introvertido y poco sociable, el empresario se interesó rápidamente por el mundo de la computación, tanto que al poco tiempo aprendió a decodificar y a escribir su propio código de programación. Dos años después inventó y vendió Blaster, un juego similar a Space Invaders, por 500 dólares.

 

En 1995, con apenas 24 años y con una inversión de sólo dos mil dólares, Musk fundó Zip2, un portal que le permitía a los medios de comunicación ofrecer a sus clientes servicios comerciales adicionales. Después de cuatro años, con un éxito vertiginoso, el empresario vendió la compañía al fabricante de computadoras Compaq por 300 millones de dólares.

 

Luego de la venta de la startup, Musk fundó por su cuenta una compañía de servicios financieros en línea: X.com. En el año 2000, después de una fusión con otro grupo similar, el proyecto continuó con el nombre del producto principal, PayPal, un servicio de transferencia de dinero en línea, de persona a persona.

 

A los de 31 años, Musk, quien había fundado su primera empresa algunos años atrás, se hizo con 165 millones de dólares en acciones por la venta de PayPal. eBay, sitio de subastas en línea y comercio electrónico, compró la empresa de transferencias monetarias por un valor de 1.500 millones de dólares.

 

“Creo que puedo decir lo que el futuro tiene. Estaremos allí, afuera de Marte o tal vez más allá, viajando frecuentemente a través del sistema solar. Todo eso será posible en 50 años”, pronosticó Musk sobre el futuro al hablar de su más íntimo proyecto, SpaceX, compañía que fundó en 2003 y que tiene por finalidad crear cohetes económicos y transbordadores que permitirán viajar al espacio en forma regular.

 

“Me gustaría no estar muerto para cuando vayamos a Marte, esa es mi aspiración”, declaró Musk en una entrevista sobre cuál era su principal propósito con la compañía de viajes espaciales. “Cuando algo es importante tienes que hacerlo, incluso si las posibilidades juegan en tu contra”, añadió el inventor en relación a los detractores que no creen en su intento por colonizar el espacio exterior.

 

 

 

Musk tiene en SpaceX su proyecto más deseado. El empresario, que adquirió por su cuenta las habilidades de ingeniería necesarias para diseñar cohetes, cree que la supervivencia de la humanidad está en riesgo a largo plazo si se limita sólo al Planeta Tierra. La compañía, la primera organización privada que invirtió en el área de los viajes espaciales, no compite con otras empresas, sino que lo hace mano a mano con los Gobiernos de los países más importantes del mundo.

 

Si bien al principio tuvo tres despegues frustrados, los cuales pusieron en jaque el destino de la compañía y la fortuna de Musk, la empresa de exploración espacial logró tener éxito y aún continúa con el objetivo de enviar a los seres humanos fuera del planeta. “Nunca me rindo, tengo que estar muerto o realmente incapacitado”, confesó Musk sobre su sueño de llevar a cabo democratizar los viajes al espacio exterior.

 

Musk no sólo ve en la industria aeroespacial el futuro de la humanidad, sino que también pone desde hace varios años unos porotos en sus otros proyectos: Tesla Motors, SolarCity y The Boring Company. Las tres compañías tienen como objetivo mitigar el riesgo climático acelerando la transición a la electricidad limpia y al transporte eléctrico.

 

Desde Tesla, una de las compañías más innovadoras del mundo, Musk busca modificar el paradigma de la industria automotriz con la fabricación de sus vehículos eléctricos y autónomos. Además, como buen superhéroe y clarividente que piensa en millones de futuros posibles, también intenta romper con la idiosincrasia y los negocios de un mundo adicto al combustible tradicional.