Qué es el CFA y por qué es importante
La certificación de Chartered Financial Analyst le brinda al portador el prestigio y la seguridad de contar con los conocimientos y herramientas necesarios para desenvolverse en el mundo de las finanzas a nivel local e internacional.
Por Gonzalo Andrés Castillo
En el mundo de las finanzas institucionales, los títulos de grado y de posgrado no siempre son suficientes. Si bien en Argentina poco a poco el mercado comienza a ser más competitivo, lo cierto es que a nivel internacional hay que buscar las formas de diferenciarse de los profesionales que no solo cargan con un largo historial académico y laboral, sino que también poseen certificaciones internacionales sumamente prestigiosas. Una de ellas, la más popular, es la denominada Chartered Financial Analyst o CFA.
Qué significa ser CFA
Obtener la certificación de Chartered Financial Analyst o CFA significa dominar prácticamente todos los campos en los que intervienen las finanzas: mercado de capitales, finanzas corporativas, métodos cuantitativos, criptodivisas y demás. Todo aquel que cumpla los requisitos y sea capaz de conseguir la certificación, se considera un profesional del sector altamente capacitado y sumamente preparado para afrontar los diferentes desafíos que le deparan.
Principalmente, la certificación está pensada para todo aquel profesional que apunte a trabajar en la industria de la gestión de carteras de inversión o portfolio management, sin embargo, también se recomienda para avanzar en una carrera relacionada al campo de investigación o research o bien para asesorar a instituciones e individuos.
Jonatan Kon Oppel, CFA, jefe de Desarrollo de Negocios en ConoSur Investments, comenta: "El programa te permite adquirir conocimientos profundos para la administración de inversiones, permitiendo al que obtenga la certificación trabajar en múltiples ámbitos de las finanzas. El contenido incluye áreas de la economía, fusiones y adquisiciones de empresas, inversiones en activos con cotización pública como acciones y bonos, y la construcción de las carteras de inversión para cada tipo de persona, empresa o institución".
Si bien el programa creado por CFA Institute existe desde hace varias décadas, año tras año se va adaptando a los tiempos que corren y añadiendo contenido nuevo que sea relevante para la industria. "De forma continua se va actualizando el contenido teniendo en cuenta los requerimientos para un profesional en la actualidad. Recientemente, por ejemplo, se incluyeron temas como el trading algorítmico y big data", comentó el especialista en inversiones.
Debido a que obtener la certificación CFA conlleva un arduo trabajo y se requieren sólidos conocimientos financieros, todo aquel que logre convertirse en Chartered Financial Analyst será considerado un referente del sector. A su vez, al tratarse de una certificación internacional, el contenido del programa CFA es estandarizado, por lo que se garantiza que un profesional de Argentina sepa lo mismo que uno de Estados Unidos o China, por ejemplo.
CFA vs. Maestría en Finanzas
Al terminar sus estudios de grado, muchos jóvenes que desean comenzar una carrera en el ámbito financiero no saben si apuntar directamente a obtener la certificación CFA o cursar una Maestría en Finanzas, ya sea en alguna universidad local o bien directamente en una entidad del exterior. Para Jonatan Kon Oppel, ambos planes son compatibles: "Creo que (la certificación CFA y la Maestría en Finanzas) se complementan. La principal diferencia está en la modalidad de aprendizaje. Para el CFA se estudia generalmente solo, y durante varios años. La maestría te permite interactuar con profesores que te pueden contar experiencias propias, pero requieren de tu asistencia a clases en cierto horario y a veces lugar. El CFA tiene la ventaja de que suele ser más económico que una maestría, y tiene reconocimiento en todo el mundo".
Cómo convertirse en Chartered Financial Analyst
Como comentamos anteriormente, convertirse en Chartered Financial Analyst conlleva cumplir una serie de requisitos y estar capacitado en ciertas áreas específicas. En primer lugar, es necesario rendir un total de tres exámenes, los cuales se evalúan en inglés y no requieren de un curso previo. Cada uno, conocidos como CFA Level I, II y III, demandan cerca de un año de preparación en promedio y consisten en una serie de preguntas tanto teóricas como prácticas.
Tras aprobar los exámenes, un usuario puede convertirse en CFA Charterholder si presenta referencias y cuenta con cierta experiencia en la industrial. De ser así, el profesional puede autodenominarse "CFA" colocando la sigla en su nombre y puede acceder a una importante red de networking tanto a nivel local como internacional, abonando un monto fijo anual.
