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América|06 de mayo de 2021

Imprimiendo el futuro

Las impresiones 3D, la tecnología que llegó para quedarse.

Por Esteban Barsky

Asesor Financiero Global

 

Los objetos creados a través de impresiones 3D dejaron de ser una utopía, convirtiéndose en una realidad que está presente en nuestro día a día. Las primeras ideas relacionadas con la recreación automática de objetos en tres dimensiones aparecieron en el siglo XIX; sin embargo, no es hasta mediados de la década del 1980 que se pueden observar los primeros pasos en firme para el nacimiento de la impresión 3D como industria.

 

En 1984 Chuck Hull inventa la estereolitografía (SLA), el cual es el método de impresión 3D que se basa en la sintetización por capas usando para ello un láser. En 1986, Hull patenta su invento y funda 3D Systems, primera compañía del sector. Esta misma compañía fue también la primera en ofrecer una impresora 3D comercial, la impresora SLA-1.

 

Desde entonces, los usos y aplicaciones de las impresiones tridimensionales han ido creciendo, llegando a ser utilizados en objetos que hubiesen sido casi imposibles de imaginar en los principios de esta industria.

 

Como argentinos, una de las historias que debemos haber escuchado es la del inventor argentino Gino Tubaro, quien ha donado más de mil prótesis impresas a través de su ONG Atomic Lab a personas que han perdido extremidades. Otro de los usos de esta tecnología que se suelen ver de manera frecuente, es en la creación de objetos pequeños para su comercialización, como podría ser un toro de Wall Street en miniatura.

 

Sin embargo, las impresiones tridimensionales no se han estancado en la creación únicamente de objetos inanimados con uso comercial. En los años noventa aparecieron las primeras incursiones en el campo de la odontología, prótesis y de la medicina, siendo estos primeros avances el nacimiento de la bioimpresión 3D.

 

Si bien uno de los usos más habituales de la bioimpresión es la aplicación en la odontología, para crear coronas, alineadores, prótesis dentales que se adaptan perfectamente a la persona; también han sido fabricadas mandíbulas, tráqueas, vértebras y cráneos. Incluso se está trabajando en la creación de órganos y tejidos funcionales que puedan ser implantados en paciente.

 

Lo que está volviendo atractivo al sector de impresiones 3D es que cada vez se encuentra más adentrado en el proceso de producción industrial y es posible que en la medida en que la tecnología de la fabricación aditiva (nombre técnico oficial de la impresión 3D) avance, mayor será la aplicación en procesos productivos y en objetos que se pueden fabricar.

Hoy en día, una de las aplicaciones industriales más frecuentes es en la etapa de prueba, a través de la creación de prototipos. Las empresas, pueden producir de manera costo-eficiente y en poco tiempo, los primeros ensayos de los productos a ser comercializados. La creación de los mismos puede realizarse dentro de la empresa y sin necesidad de fabricar la maquinaria que permitirá luego la producción del objeto.

 

En línea con lo anterior, se están comenzando a desarrollar impresoras tridimensionales que permitan la producción in-house, dentro de la empresa. Esto podría generar un replanteo del modelo de producción vigente, en el cual la gran mayoría de la producción de bienes se realiza en países asiáticos, hacia la fabricación puertas adentro, siendo ésta más eficiente, rápida y sin correr riesgo de ser copiados: la empresa mantendría toda la información del producto puertas para adentro.

 

Otros sectores en los cuales está generando un impacto positivo son la industria Aeroespacial y automovilística, sobre todo en lo que es producción de bajo volumen. Porsche, por ejemplo, utiliza las impresiones 3D con el fin de suplir una demanda específica y de bajo volumen: autopartes para sus autos clásicos. Siendo vehículos descontinuados hace décadas, esta tecnología asegura la producción de autopartes que permitan el funcionamiento de los vehículos.

 

En la industria aeroespacial se utiliza tanto en cohetes como en aviones comerciales. Permiten producir partes muy complejas y en poco volumen sin tener que invertir en la creación de maquinaria para realizar dicha parte, así como tampoco requieren de escala. Esto genera que se pueda proveer insumos de una manera costo eficiente.

 

La fabricación aditiva se mantiene en contaste crecimiento. En los últimos años se han construido casas en una única pieza con impresoras, las cuales se hicieron satisfactoriamente y con grandes perspectivas de cara al futuro. Incluso existen empresas que se dedican a la impresión de joyería de oro y otros materiales.

 

Es una industria que cada día toma más impulso y que llegó para quedarse. Se estima que en los próximos años el sector crecerá a una gran velocidad, lo que está atrayendo la atención de inversores, así como también de empresas que comienzan a volcarse al desarrollo y a la comercialización de esta tecnología.

 

Aun siendo las impresiones 3D una realidad que cada vez inundan más nuestro día a día, el sector está todavía en desarrollo, lejos de alcanzar su potencial. Por las múltiples industrias en las cuales puede generar un impacto, las empresas requieren de estar en constante innovación, invirtiendo una gran cantidad de capital en investigación y desarrollo con el fin de mejorar los procesos existentes y permitir nuevas aplicaciones.

 

Es por ello que, si bien existen empresas líderes en la industria, también hay una gran cantidad de empresas innovadoras- start ups que intenta ganar market share. Esto hace riesgoso el invertir en empresas del sector, por lo que sería recomendable consultar con un profesional con el fin de conocer los riesgos y alternativas de inversión.

 

*Disclaimer legal: Tenga en cuenta que existen riesgos asociados con la inversión en valores, incluida la posible pérdida de capital, de conformidad con la Norma FINRA 2210 (d)(1)(A). Este artículo no debe considerarse una solicitud o recomendación de compra. El material ha sido preparado únicamente con fines informativos.