Kristalina Georgieva está lista para liderar nuevamente el FMI | Dolarhoy.com
Mercado|05 de abril de 2024

Kristalina Georgieva está lista para liderar nuevamente el FMI

La ejecutiva, una economista búlgara de 70 años, asumió su primer mandato en 2019, el cual se extiende hasta finales de septiembre de este año.

Por Gonzalo Andrés Castillo

 

Kristalina Georgieva, actual directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), está lista para ganar un segundo mandato de cinco años, ya que el periodo de nominación cerró el miércoles y ningún otro candidato se presentó.

 

A través de un comunicado, el organismo reveló que la junta directiva, compuesta por 24 miembros y responsable de elegir al director general, se reunirá con Georgieva y tratará de completar el proceso a finales de abril.

 

La ejecutiva, una economista búlgara de 70 años, asumió su primer mandato en 2019, el cual se extiende hasta finales de septiembre de este año. Recientemente, obtuvo el respaldo de los ministros de finanzas de la Unión Europea, incluyendo a potencias como Francia y Alemania, para seguir en su cargo.

 

Desde su sede en Washington, Georgieva lidera una institución cuya cabeza siempre fue un ciudadano europeo, en un acuerdo surgido tras la Segunda Guerra Mundial entre las naciones europeas y Estados Unidos, que a su vez elige al presidente del Banco Mundial.

 

Durante su gestión, Georgieva logró dirigir los esfuerzos del FMI para brindar ayuda a los países afectados por la deuda durante la pandemia. Más recientemente, destacó el impacto económico global de la creciente fragmentación comercial causada por las tensiones entre Estados Unidos y China.

 

Además, abogó por una mayor representación de los países en desarrollo y emergentes en el organismo, argumentando que su voz en la toma de decisiones no refleja adecuadamente su contribución a la economía mundial, especialmente en el caso de naciones como China e India.

 

También fue una defensora de las reformas económicas orientadas al mercado en China y promovió activamente la integración del país en el sistema financiero global. Asimismo, presionó a Beijing para que coordine con los principales acreedores occidentales en cuestiones de deuda en los mercados emergentes, donde China juega un papel significativo como prestamista.