El cobre alcanzó nuevamente los USD 10.000 por tonelada
Para gigantes del sector financiero como BlackRock y Trafigura, la materia prima deberá aumentar aún más su valor para incentivar la construcción de nuevas minas.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Por primera vez en dos años, el cobre alcanzó los USD 10.000 por tonelada en medio de la incertidumbre sobre la capacidad de las minas globales de satisfacer la próxima ola de las industrias sostenibles.
En lo que va del año, la cotización del metal se disparó un 17% por la reducción histórica de la oferta de extracción, la cual podría inclinar el mercado hacia un gran déficit. Además, los inversores se vuelven cada vez más optimistas con la demanda por la transición hacia productos eléctricos que demandan cobre para su fabricación.
Para gigantes del sector financiero como BlackRock y Trafigura, la materia prima deberá aumentar aún más su valor para incentivar la construcción de nuevas minas, lo que equilibraría el mercado, ya que, en los próximos años, se requerirán millones de toneladas de suministro adicional para satisfacer la demanda en sectores como vehículos eléctricos, energía renovable y redes eléctricas en expansión.
Esto ocurre en un contexto en el que las grandes minas se vuelven más difíciles y costosas de encontrar, construir o expandir. La oferta masiva de Grupo BHP para adquirir Anglo American esta semana resalta que muchas empresas mineras prefieren adquirir competidores en lugar de embarcarse en proyectos completamente nuevos.
"Esto te dice que construir cosas es demasiado caro", dijo Colin Hamilton, director gerente de Investigación de Materias Primas en BMO Capital Markets. "Todo el mundo esperaba que el suministro ya hubiera reaccionado a los precios más altos, pero no fue así", agregó.
De acuerdo a Olivia Markham, coadministradora del BlackRock World Mining Fund, el cobre tendría que llegar a los USD 12.000 por tonelada para estimular inversiones a gran escala y evitar futuros déficits.
No obstante, un desafío para el repunte del cobre es la aparente debilidad en la demanda china. Esta desconexión se hace evidente en la Bolsa de Metales de Londres, donde los inversores elevaron las apuestas alcistas a niveles récord, mientras que las ventas de entidades comerciales se incrementaron.
